¿Es un mito la resistencia mental del policía?

Según estudios realizados, la resistencia mental de los policías es superior a la media de la población, superando a otras profesiones vocacionales como las sanitarias.
Uno de los motivos que se aducen es el filtro que se realiza tanto en el proceso selectivo como en las prácticas, pero hay otras cuestiones como el sentimiento de pertenencia a un colectivo y el compañerismo que ayudan a mantener el equilibrio mental.
Otro de los motivos es el alto nivel de resiliencia, que es la capacidad de sobreponerse a situaciones adversas para adaptarse y superarlas.
Somos personas con una resistencia en el límite de la capacidad humana, pero no nos podemos olvidar de esto, que somos de carne y hueso y en ocasiones tenemos que hacer un alto en el camino y descansar.
La palabra estrés tiene su origen en los campos de la ingeniería, es la llamada fatiga del material, la cantidad de fuerza que puede resistir algo antes de quebrarse. Esto se estudió así porque por muy duro que sea uno siempre hay un límite que no debemos rebasar.
Para esos momentos está el Proyecto Ángeles Custodios, somos compañeros psicólogos que en un momento difícil te podemos escuchar y ayudar.

¿Por qué es necesario este proyecto?

Un policía entra en sitios donde una persona normal no estaría ni en en sus peores pesadillas, pero hasta en lugares así hace cumplir la ley y sale indemne a pesar del peligro. En muchas ocasiones nadie le da las gracias e incluso le insultan y sólo puede adivinar, en la mirada de algunos, un silencioso agradecimiento, por haber puesto orden en el caos, aunque sólo sea solo por unos minutos.

Otras intervenciones son muy diferentes, recuerdo aquella vez que, con una R.C.P. (Resucitación Cardio Pulmonar) que nos enseñaron a hacer en la Academia de Ávila, conseguimos mantener con vida a un hombre hasta que llegó el 061. Por desgracia, aquella persona sólo sobrevivió unos días más y yo me sentí triste por ello. Poco después recibí en comisaría la carta de uno de los hijos de aquel hombre, agradeciendo que, gracias a nuestra intervención, pudo despedirse de su padre.

Millones de historias, con sus luces y sus sombras, que no siempre se olvidan al dejar el uniforme en la taquilla…

Un buen y estructurado ambiente en casa es la mejor terapia, descansas en los días libres y vuelves con las mismas ganas de siempre. Pero cuando las cosas no marchan bien esa erosión se nota más, como una gota que poco a poco hace mella en la más dura piedra.

En mi caso no hubo tiempo de que se quebrara la piedra, sólo mi pierna lo hizo en un accidente que me retiró del Cuerpo que tanto amaba. Ahora quiero devolver a la profesión y a los compañeros todo lo que me dieron durante los casi once años que estuve en él.

Si alguna vez notas que te estás hundiendo anímicamente o ves a un compañero en esta situación, que sepas que existe una puerta a la que llamar, nos tienes a nosotros al otro lado de un teléfono o en un chat para escucharte, ayudarte y orientarte.

Puedo decir con orgullo que en sólo un día he conseguido un pequeño grupo de Ángeles Custodios, y esto es sólo el comienzo, mi ilusión es crear una red de Policías y/o Psicólogos voluntarios que estarán dispuestos a darlo todo por quien más nos necesite en cualquier rincón de España.

Dicen que el compañerismo como antes ya no existe, y creo que es verdad, no es como antes, es mejor. Las nuevas tecnologías nos han acercado mucho más, aprovechemos esa fuerza para apoyarnos los unos a los otros como jamás antes se ha hecho.

Compañeros, hoy es un día para soñar, por eso he iniciado este proyecto con este nombre y en estas fechas, cercanas ya a nuestro patrón y protector. Pero el Proyecto Ángeles Custodios no es el último, no nos olvidemos de que antes abrieron camino los compañeros de Vive CNP, con quienes tenemos también una estrecha relación.

Si necesitas ayuda aquí nos tienes compañer@.

Hoy comienza un proyecto por la vida

Aunque ya antes había realizado atenciones a compañeros, como particular, y siempre de forma altruista, he decidido crear un proyecto en el que tengan cabida otras personas que ya han indicado su deseo de ayudar a los profesionales de la Policía Nacional cuando les falte el aliento para continuar.
Mis casi 12 años en el C.N.P hasta que me jubilaron por un accidente de tráfico, me han dado la suficiente experiencia para saber que no siempre aciertas en una intervención, pero también sé, como psicólogo, que no debes dejar que eso pueda interferir en tu trabajo más importante, que es vivir y ser feliz.
La tristeza y la alegría a veces son cuestiones que tienen que ver con donde ponemos el foco de atención. Por muy mal que estén las cosas siempre hay un resquicio de luz al que agarrarse para escapar del pozo.
Por eso,  si alguna vez no encuentras la salida, aquí estaremos un grupo de compañer@s  y voluntari@s para darte el apoyo necesario para seguir volando, porque todos somos, de una forma u otra, ángeles custodios.
Aquí os dejamos los enlaces para quien quiera seguirnos.

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